venture capital Imagen: Freepik

¿Qué es el venture capital y cómo invierte en startups?

El mundo de las startups y el capital de riesgo o venture capital ha surgido como un motor clave de innovación y transformación económica en las últimas décadas. Este ecosistema, impulsado por empresas emergentes, con alto potencial de crecimiento y enfocadas principalmente en sectores tecnológicos, captura fondos de inversión dispuestos a asumir riesgos significativos a cambio de elevados retornos. Sin embargo, detrás de esta dinámica nos encontramos con una intrincada red de complejidades legales que tanto los emprendedores como los inversores deben superar, haciendo que el éxito dependa, entre otras cosas, de un apoyo legal alineado con la visión estratégica empresarial.

Rondas de financiación y su impacto en la gobernanza

Los fondos de venture capital funcionan como vehículos de inversión que recaudan capital de instituciones o personas particulares para financiar startups en distintas etapas. En concreto, su modelo consiste en la adquisición de una parte del capital social para posteriormente enajenarla por un precio considerablemente más elevado, ya sea mediante una IPO (salida a bolsa), una venta a terceros o una recompra de acciones. Para ello todos los fondos estructuran sus inversiones en rondas vinculadas al propio desarrollo de la startup (preseed, seed, serie A, serie B, etc.). Estas rondas no solo marcan la etapa de maduración del proyecto, sino que también aportan modificaciones en la composición de la propiedad y la gobernanza de la sociedad, las cuales pueden traer disputas en el futuro si no se regulan de manera adecuada.

Cláusulas clave en acuerdos de inversión: drag-along, tag-along y antidilución

En este sentido, el acuerdo de inversión se configura como la principal figura jurídica, a través de la cual se regulan los términos financieros, los derechos de las partes y los mecanismos para equilibrar sus intereses y evitar o resolver los conflictos que puedan surgir. Por ejemplo, las cláusulas de drag-along permiten que los inversores de mayor porcentaje puedan forzar una venta conjunta de la compañía, mientras que las de tag-along aseguran que los accionistas minoritarios pueden sumarse a la venta iniciada por otros. Estas medidas intentan impedir el bloqueo ante la toma de decisiones estratégicas, pero también dan cuenta del control que ejercen los fundadores frente a la gran influencia que pueden llegar a alcanzar los fondos de venture capital.

Otro pilar fundamental de los acuerdos de inversión es la cláusula de antidilución, que protege a los inversores frente a futuras emisiones de participaciones sociales o acciones a precios inferiores a los estipulados. Esto, no obstante, puede resultar en mayores restricciones a la capacidad de la startup para atraer nuevo capital, especialmente en escenarios en donde la valoración se ve afectada por problemas operativos o de mercado. Un caso paradigmático es el de las startups que, después de varias rondas de financiamiento, encuentran su participación accionarial diluida hasta el punto de convertirse en una minoría. Esta dilución no solo debilita su influencia, sino también su motivación, particularmente cuando el enfoque de los inversores es una salida rápida en lugar de un crecimiento orgánico.

También es importante la estructura legal de la startup, pues aunque las sociedades limitadas (SL) y las sociedades anónimas (SA) son las formas más comunes, algunas empresas eligen estructuras más sofisticadas, como holdings o empresas en jurisdicciones extranjeras, para facilitar la entrada de capital internacional. Por tal motivo, antes de realizar cualquier inyección de capital, los fondos de capital riesgo llevan a cabo un exhaustivo proceso de diligencia debida que verifica todo, desde la estructura legal hasta el cumplimiento normativo en industrias reguladas como fintech o salud. Por ejemplo, una startup con contratos mal redactados, declaraciones fiscales incompletas o incumplimientos de la normativa laboral, pueden llevar a circunstancias de riesgo que reduzcan significativamente el atractivo de la compañía para los posibles adquirentes.

La gobernanza tras la inversión: control e implicaciones

Una vez realizada la inversión por parte del fondo de venture capital, la gobernanza de la sociedad se convierte en una cuestión también importante, pues los fondos normalmente exigen un asiento en la junta directiva o en comités estratégicos, lo que les da la capacidad de influir en decisiones como la contratación de ejecutivos, la expansión geográfica o fusiones y adquisiciones. Además, a través de acuerdos de accionistas, se crean mecanismos para vetar acciones que tienen un impacto en la estructura o en la estrategia a largo plazo. Estas limitaciones, aunque cruciales en ciertos casos, pueden crear fricciones con los fundadores, quienes pueden sentir que están perdiendo autonomía.

El momento de la salida: IPO, venta o recompra

Finalmente tenemos el momento de la salida del fondo de venture capital. Como comentábamos, el objetivo final de la inversión en startups por parte del capital riesgo no es otro que el de monetizar su inversión a través de una IPO (salida a bolsa), una venta a terceros o una recompra. En este punto cobran importancia los derechos de preferencia en el reparto de ganancias, los cuales aseguran que los fondos puedan recobrar su capital antes que otros accionistas. Asimismo, también resulta fundamental regular las condiciones de venta a terceros, pues la presión de los fondos por lograr una salida exitosa puede llevar a decisiones demasiado rápidas como aceptar adquisiciones que se encuentran muy por debajo del potencial de valor de la empresa.

¿Por qué es clave el asesoramiento legal especializado?

En este escenario, tanto desde la perspectiva del fondo de venture capital que invierte en una startup como desde la perspectiva de la startup que recibe dicha inversión, el asesoramiento legal especializado se erige como un elemento imprescindible, ya que estructura acuerdos de inversión equilibrados, regula cláusulas críticas como antidilución, drag-along y tag-along, y anticipa riesgos operativos y regulatorios durante la diligencia debida. Además, facilita la gobernanza posterior a la inversión, mediando tensiones entre fundadores e inversores al alinear intereses estratégicos y financieros, mientras se protegen los derechos de ambas partes en decisiones clave.

Por todo ello, la asistencia de un abogado especializado es crucial para garantizar marcos jurídicos sólidos que eviten litigios, optimicen la escalabilidad y aseguren que las startups mantengan su autonomía sin comprometer la rentabilidad esperada por los fondos de venture capital, consolidando así colaboraciones sostenibles en un entorno altamente competitivo.

¿Necesita asesoramiento? Acceda a nuestras áreas relacionadas con la inversión en startups por los fondos de venture capital:

Salida a bolsa y financiación alternativa

Capital riesgo

Derecho Mercantil

4.6/5 - (5 votos)
Contacta / Contact us