Tres errores frecuentes en la empresa familiar

Son muchos los artículos sobre empresa familiar que hemos compartido en este blog. Hemos tratado temas como el Consejo de Familia, la incorporación de familiares al negocio o la sucesión en la empresa, entre otros.

En el post de hoy, sin embargo, abordamos tres errores frecuentes en la empresa familiar. Hemos podido observarlos durante más de veinte años de experiencia profesional. Tanto es así que este artículo bien podría titularse: causas de mortalidad de la empresa familiar.

 Error 1: Falta de profesionalización

Sabemos que no es fácil separar lo emocional de lo empresarial. Evaluar a un hijo, primo o tío con objetividad puede resultar complicado.

Sin embargo, anteponer los lazos familiares al mérito y la capacidad puede tener efectos devastadores. Por un lado, se obtienen pobres resultados si alguien sin actitud ni aptitud ocupa un cargo clave. Por otro, se envía un mensaje negativo al resto del equipo.

Profesionales capacitados pueden sentirse desmotivados al ver que no se valora su esfuerzo. Esto afecta al clima laboral y a la eficiencia global del negocio.

A nadie se le ocurriría poner a pilotar un avión a una persona sin preparación. Del mismo modo, entregar los «mandos» de la empresa a un familiar no cualificado pone en riesgo el futuro del proyecto.

Error 2: Confundir gestión y propiedad

Este es otro de los errores que más afectan a la continuidad de las empresas familiares.

Ser propietario no implica ser gestor. Los socios o accionistas se benefician vía dividendos o por el valor creciente de sus participaciones, si el negocio va bien.

Los gestores, en cambio, deben ser retribuidos según su capacidad y el valor de mercado. Es común encontrar propietarios interfiriendo en decisiones operativas, lo que genera confusión.

Cuando se rompe la estructura jerárquica, el personal no sabe a quién responder. Esto crea desorden y desmotiva al equipo.

Error 3: Falta de comunicación dentro de la empresa familiar

Muchos conflictos tienen su origen en la ausencia de comunicación entre los miembros de la familia empresaria.

Sin una comunicación clara, cada quien crea su propia versión sobre temas clave:

  • ¿Puede su pareja trabajar en la empresa?
  • ¿Qué papel le espera en el futuro?
  • ¿Cómo se repartirán los beneficios?
  • ¿Se admitirán nuevos socios o inversores?
  • ¿Qué sistema de retribución se aplicará?

La falta de diálogo alimenta malentendidos y resentimientos, que se agravan debido a los vínculos afectivos entre las partes.

Claves para evitar errores en la empresa familiar

Las recetas para evitar estos errores son dos: planificación y comunicación.

  • La comunicación también necesita orden. El Consejo de Familia es el espacio indicado para lograr consensos. Se recomienda que se reúna al menos dos veces al año.

¿Necesita asesoramiento? Acceda a nuestra área relacionada con la empresa familiar:

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