Fondos de capital riesgo: qué son, para qué sirven y cómo se constituyen
Los fondos de capital riesgo (FCR) se han convertido en una herramienta clave para la financiación empresarial, especialmente en sectores innovadores y de alto crecimiento como tecnología, biotecnología, energías renovables o economía digital. A través de ellos, inversores profesionales canalizan recursos hacia compañías con elevado potencial, asumiendo mayores riesgos a cambio de posibilidades de rentabilidad superior a la de inversiones tradicionales.
Este artículo explica, de forma clara y práctica, para qué sirven los fondos de capital riesgo, qué tipo de inversiones pueden realizar, su atractivo desde el punto de vista fiscal y cuáles son los pasos esenciales para constituir uno en España.
¿Qué son los fondos de capital riesgo?
Un fondo de capital riesgo es una entidad de inversión colectiva que capta capital de varios inversores para invertirlo de forma agrupada en empresas no cotizadas o que cotizan en mercados alternativos con baja liquidez. Jurídicamente, carece de personalidad propia: es un patrimonio separado destinado a la inversión, gestionado por una Sociedad Gestora de Entidades de Inversión Colectiva de Tipo Cerrado (SGEIC).
En España, su marco regulatorio principal es la Ley 22/2014, que regula las entidades de capital riesgo (ECR) y otras entidades de inversión colectiva de tipo cerrado.
Los fondos se estructuran bajo un principio básico: los inversores aportan capital y asumen el riesgo, mientras que una gestora profesional toma las decisiones de inversión siguiendo una estrategia definida.
¿Para qué sirven los fondos de capital riesgo?
Los fondos de capital riesgo cumplen varias funciones clave:
- Financiación de empresas en crecimiento: aportan capital a compañías que necesitan recursos para expandirse, internacionalizarse, contratar talento o desarrollar nuevos productos.
- Acompañamiento estratégico: además de capital, aportan experiencia empresarial, redes de contactos y asesoramiento.
- Creación de valor: su objetivo es mejorar la empresa durante unos años y después desinvertir (vender la participación) obteniendo una plusvalía.
- Canalización de inversiones privadas hacia la economía real: funcionan como puente entre inversores que buscan diversificación y empresas que necesitan financiación.
¿Qué tipo de inversiones pueden realizar los fondos de capital riesgo?
Los fondos de capital riesgo solo pueden invertir en determinados activos. En términos generales, se enfocan en:
- Participaciones en empresas no cotizadas, normalmente de carácter innovador o de rápido crecimiento (startups y scale-ups).
- Acciones o participaciones de empresas cotizadas en mercados alternativos, siempre que tengan baja liquidez.
- Deuda convertible o instrumentos híbridos, que puedan convertirse en capital (por ejemplo, bonos convertibles u operaciones de mezzanine).
- Participaciones en otras entidades de capital riesgo, lo que permite diversificación sectorial o geográfica.
La Ley exige que el fondo mantenga un porcentaje mínimo del 60 % de su activo en estas inversiones elegibles. El resto puede destinarse a tesorería o activos financieros líquidos para gestionar necesidades de capital a corto plazo.
Prohibiciones o restricciones:
- No pueden invertir en inmuebles para explotación directa.
- No pueden otorgar préstamos de forma general (salvo operaciones vinculadas a la inversión).
¿Qué beneficios fiscales tienen los fondos de capital riesgo?
La fiscalidad es uno de los motivos principales por los que este vehículo resulta tan atractivo en España.
Beneficios fiscales:
- Tributación reducida en el Impuesto sobre Sociedades: Los fondos de capital riesgo tributan a un tipo reducido (habitualmente inferior al tipo general del 25 %), lo que permite reinvertir beneficios con menor impacto fiscal.
- Exención de tributación en plusvalías para los inversores: Si un inversor persona física vende sus participaciones, puede beneficiarse de exenciones o reducciones significativas sobre la ganancia obtenida, especialmente si la inversión se mantiene durante un período determinado y se cumplen requisitos de reinversión.
- Diferimiento fiscal: Mientras el inversor no retire el capital del fondo, no se genera tributación, lo que permite beneficiarse de la capitalización compuesta sobre los rendimientos acumulados.
En el caso de inversores institucionales (family offices, fondos corporativos, aseguradoras o fondos de pensiones), los incentivos son aún más relevantes, puesto que la estructura del fondo permite canalizar inversiones sin generar tributación inmediata.
Los fondos de capital riesgo permiten invertir con mayor eficiencia fiscal, aplazando o reduciendo impuestos sobre las ganancias.
¿Cómo se constituyen los fondos de capital riesgo?
Aunque cada proyecto tiene sus particularidades, en España el proceso suele estructurarse en las siguientes fases:
1) Decisión estratégica y definición del proyecto
- Se define la tesis de inversión (por ejemplo: tecnología, energía, salud, movilidad sostenible).
- Se identifican potenciales inversores (limited partners) y se analiza el tamaño objetivo del fondo (commitment).
2) Designación o creación de la Sociedad Gestora (SGEIC)
Todo fondo de capital riesgo debe ser gestionado por una sociedad gestora autorizada por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).
La gestora es responsable de:
- tomar decisiones de inversión,
- gestionar el riesgo,
- supervisar reportes e información a inversores.
La gestora puede ser:
- existente (si ya gestiona otros fondos),
- creada ad hoc para el nuevo fondo.
3) Elaboración del Reglamento del Fondo y el Folleto de Inversión
Estos documentos incluyen:
- estrategia de inversión,
- comisión de gestión y éxito (carried interest),
- duración del fondo,
- política de desinversión.
4) Autorización de la CNMV
La CNMV revisa que el fondo cumpla los requisitos legales y de protección del inversor.
5) Captación de compromisos de inversión (fundraising)
Una vez autorizado, el fondo puede realizar el primer cierre y comenzar a invertir.
Desde Devesa prestamos asesoramiento integral en la creación de vehículos de inversión, incluyendo los fondos de capital riesgo descritos en este artículo. Nuestro servicio abarca desde la definición inicial de la estructura óptima del vehículo, el análisis fiscal y jurídico, la preparación de toda la documentación necesaria (Reglamento del Fondo, PPM, acuerdos entre inversores, etc.), hasta la tramitación ante la CNMV para su autorización.
Trabajamos de manera coordinada con la sociedad gestora que finalmente asumirá la gestión del vehículo, garantizando que el proyecto avance sin fricciones y con plena seguridad jurídica. Acompañamos a nuestros clientes durante todo el proceso, incluyendo el fundraising y los primeros cierres, para que puedan centrarse en lo importante: identificar oportunidades y crear valor.
¿Necesita asesoramiento? Acceda a nuestras áreas relacionadas con los fondos de capital riesgo: