fraude-procesal

Diferencia entre estafa y fraude procesal

El fraude procesal, en el marco del derecho penal, se equipara comúnmente a lo que conocemos como estafa procesal.

Sin embargo, existe una diferencia clave: el fraude procesal se produce siempre que, en el contexto de un proceso judicial, cualquiera de las partes emplea medios para provocar en el juzgador un error, lo que puede conducir a una resolución errónea e injusta. Por otro lado, la estafa procesal implica además un ánimo de lucro y la intención de causar un perjuicio patrimonial.

La estafa supone el uso de engaño con ánimo de lucro, destinado a inducir error en la víctima, quien realiza un desplazamiento patrimonial en su propio perjuicio o en el de un tercero.

En el caso de la estafa procesal, el tipo de engaño se vincula directamente con un procedimiento judicial, y puede afectar tanto a la parte contraria como al órgano judicial.

La estafa procesal sanciona el uso de un proceso judicial para obtener un beneficio ilícito, mediante el reconocimiento judicial de un derecho inexistente, apoyado en una maniobra engañosa de carácter procesal.

El fraude procesal como delito agravado

La estafa procesal se considera una modalidad agravada del delito de estafa. Afecta no solo al patrimonio de una persona, sino también a la seguridad jurídica, al instrumentalizar al juez como vehículo del fraude.

En este sentido, el artículo 250.1.7º del Código Penal español establece que esta conducta constituye un subtipo agravado del delito de estafa.

«Incurren en la misma los que, en un procedimiento judicial de cualquier clase, manipularen las pruebas en que pretendieran fundar sus alegaciones o emplearen otro fraude procesal análogo, provocando error en el Juez o Tribunal y llevándole a dictar una resolución que perjudique los intereses económicos de la otra parte o de un tercero…»

La pena prevista para este delito es de uno a seis años de prisión y multa de seis a doce meses.

Elementos del fraude procesal según la jurisprudencia

Nuestra jurisprudencia exige la concurrencia de tres elementos esenciales para que se configure el tipo penal de fraude procesal:

  • Engaño bastante, producido dentro de un procedimiento judicial.
  • Finalidad de provocar error en el juez o tribunal.
  • Obtención de una resolución favorable a los intereses del autor, en perjuicio de un tercero

Ejemplos comunes de estafa procesal: el caso de los seguros

Uno de los ámbitos donde más casos de fraude procesal se detectan es el de los seguros.

Por ejemplo, cuando dos conductores simulan de común acuerdo un accidente de tráfico con el fin de cobrar una indemnización de la aseguradora, especialmente si esta no accede voluntariamente al pago y se inicia un procedimiento judicial para reclamarlo.

 

¿Necesita asesoramiento? Acceda a nuestras áreas relacionadas con el fraude procesal:

Litigación

Contencioso Tributario 

5/5 - (1 voto)
Contacta / Contact us